Hacía ya algún tiempo que tenía ganas de preparar una pizza con gulas. He preparado pocas recetas con toques marinos: una pizza con bacalao, alguna que otra pizza con anchoas, pero es cierto que siempre me he lanzado a preparar pizzas con productos de interior que con productos de mar. Claro está si consideramos a las gulas congeladas como un producto marino.

Bueno he creado dos variaciónes de esta pizza por dos razones: primero por probar que tal le quedaban distintas bases a la pizza,  así que he preparado una con bechamel y la otra con tomate, y la otra es probar a meter antes y después las gulas en el horno. Esta última razón también es para conseguir que en algún momento Loren me de la aprobación de esta pizza, cosa que tengo complicado, me parece a mi.

Ingredientes para preparar la pizza de calabacín y gulas

  • Masa para pizza
  • Un poco de salsa de tomate natural o un poco de bechamel
  • Queso brie
  • 10-15 rodajas finas de calabacín
  • 50 gramos de gulas congeladas
  • Unas hojas de perejil
  • 10 pistachos
  • Aceite de oliva virgen extra
  • Queso parmesano

Paso 1

Antes de nada y como sirve para las dos pizzas, primero pasamos el calabacín por la sartén un par de minutos para que pierda un poco de humedad y la pizza nos quede más crujiente. Por cierto, este es uno de los trucos de los diez consejos para hacer mejores pizzas de los que os hable.

Paso 2

Preparamos luego la masa de la pizza y le damos la forma deseada y la metemos a prehornear 1-2 minutos a 250ºC para que pierda un poco de humedad y la pizza nos quede más tostada.

Paso 3

Una vez que sacamos la pizza, aquí es donde podemos elegir si utilizar la base de tomate o la base de bechamel. La verdad que después de probar las dos opciones no se cual queda mejor, así que os aconsejo que utilicéis la que más os parezca. Si que es cierto, que si utilizamos salsa de tomate es más sencillo porque no tenemos que hacer la bechamel.

Seguidamente ponemos el queso brie por encima y seguidamente el calabacín que hemos preparado con anterioridad. El orden es importante porque si lo hacemos al revés el queso quedaría por encima de los ingredientes y además de que quedaría peor la presentación, conseguiríamos que el calabacín no se terminará de hacer en la pizza.

Paso 4

Por último nos queda la última opción, poner las gulas al principio, o justamente al final. Si ponemos las gulas antes al tenerlas casi 5 minutos en el hornos  250ºC conseguimos que estás se tuesten, ideal si quieres darle un toque mas crujiente a la pizza. Por el contrario, si queremos que la pizza nos quede más jugosa, lo que debemos hacer es poner las gulas cuando le quede un minuto o menos.

Una vez que sacamos la pizza le ponemos el pesto que hemos hecho con los pistachos, el perejil y el aceite de oliva virgen extra, luego  un poco de queso parmesano para decorar que siempre le da un buen toque.

Aquí tenéis la primera versión con bechamel, gulas en el horno cinco minutos y pesto de pistachos y perejil.

Pizza de calabacín con pesto

La segunda versión con salsa de tomate, gulas en el horno un minuto y sin pesto.

Por último os dejo otras fotos del proceso de preparación de la pizza:

Para esta ocasión la música corre a cargo de uno de los comensales que pudo degustar la pizza, Sebas, y su opción elegida es el Today de Smashing Pumpkins:

Bueno, ya me diréis que opción os gusta mas. Y ya sabes que compartir es vivir!!

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