Normalmente en casa soy yo el que se encarga del grueso de la cocina, pero en tema de postres, es mi mujer la que se encarga de prepararlos de vez en cuando. Al igual que yo ,empezó poco a poco pero ya hay algunos postres en los que casi borda la perfección.
Aprovechando que uno de ellos es este, pues damos por comenzada la sección de postres italianos para completar el menú. Bueno, a partir de ahora os dejo que María os explique la receta.
La trenza Angélica es un postre típico de navidad y la verdad que se podría considerar como uno de los postres italianos más clásicos, como el tiramisú, la panna cotta o el panettone. La razón de que me pusiese con esta receta fue porque llegó a mis manos el famoso libro Pan y dulces italianos escrito por Valeria y Margherita Simili, y como en casa somos sobre todo de bizcochos, pues tuve que probar a prepararla.
Siempre que me decido a hacer por primera vez un postre no me conformo con una única receta, si no que hago una búsqueda masiva en la web para comparar varias y encontrar puntos comunes. Esta vez encontré muy buenas recetas de esta trenza en blogs como el de la receta con mimo.
Con un poco de todas estas recetas, el resultado fue el siguiente. El primer paso es preparar la masa madre mezclando todos los ingredientes, amasando y dejando reposar. En las recetas que he consultado la cantidad de agua que indicaban era menor (unos 75 g), pero con esa cantidad de agua yo no he logrado que me ligase la masa ninguna de las veces que he hecho la trenza, y siempre he tenido que añadir un poquito más. Una vez se consiguen mezclar bien todos los ingredientes, se amasa un ratito, se forma una bola y se deja levar hasta que doble su volumen. Depende de la temperatura que haya en la cocina, entre 30 min y 1 hora. No conviene dejarlo reposar más porque si no la masa comenzará a bajar.Ingredientes para preparar la Trenza Angélica
Ingredientes para la masa madre
Ingredientes para la masa
Ingredientes para el relleno
Ingredientes para el glaseado final
Paso 1
Paso 2
A continuación, mezclamos todos los ingredientes de la masa, comenzando por la harina, la leche, el azúcar, la sal y las yemas. Amasamos un rato y, aunque parezca imposible porque estos ingredientes secos no hay quien los consiga mezclar, añadimos la masa madre y seguimos amasando.
Nuevamente es muy complicado conseguir una mezcla homogénea, pero hay que tener paciencia hasta el final, que es cuando se añade la mantequilla y todo se arregla.
El último paso es añadir la mantequilla, mejor algo derretida, poco a poco para ir consiguiendo por fin una masa ligada y que no se pega a los dedos ni en la superficie. Finalmente formamos de nuevo una bola y dejamos reposar hasta que doble su volumen, aproximadamente una hora.
Paso 3
El siguiente paso es introducir el relleno y dar la forma de trenza.
En primer lugar, extendemos la masa con la ayuda de un rodillo, debe quedarnos una lámina rectangular de menos de 0,5 cm de grosor. Untamos esta lámina con la mantequilla derretida y, a continuación, echamos las pasas y las nueces por toda la superficie.
Ahora toca hacer la trenza, para ello tenemos que empezar enrollando la masa por la parte más larga del rectángulo, hasta darle forma de cilindro. A continuación, cortamos con un cuchillo este rollo longitudinalmente por la mitad; de este modo nos quedarán dos rollos alargados. Para formar la trenza, tendremos que cruzar un rollo sobre el otro, intentando siempre que el borde interior (en el que se ven las pasas y nueces) quede hacia fuera para que se ‘luzca’ el relleno, a la vez que vamos girando hasta que ambos extremos se junten. Una vez hemos conseguido esta forma de rosco-trenza, volvemos a dejar reposar hasta que doble su volumen, unos 30-45 minutos.
Si a alguien le gusta la trenza bien rellena, podemos echar más cantidad de nueces y pasas, pero hay que tener en cuenta que será más complicado formar la trenza. Al pesar más, incluso es posible que se rompa un poco durante el proceso y tengamos que estar uniendo las partes que se hayan soltado. Nada grave, pero da algo más de trabajo.
Paso 4
Por fin toca hornear. Precalentamos el horno a 180ºC y horneamos durante unos 30 minutos, hasta que la trenza esté doradita.
Paso 5
En último paso es pintar la trenza con el glaseado, es imprescindible para darle el toque dulce y sabroso.
Mientras dejamos enfriar la trenza, una vez horneada, aprovechamos para preparar el glaseado. Es muy sencillo, calentamos el agua con el azúcar hasta que empiece a hervir. Dejamos hervir durante un minuto y retiramos del fuego. Añadimos el azúcar glass y mezclamos con unas varillas hasta que ligue muy bien.
Finalmente, con un pincel, pintamos toda la trenza con el glaseado y dejamos que se enfríe y endurezca. Entonces estará ya lista para comer.
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Espero que la disfrutéis, a nosotros nos gusta tanto que no suele durarnos más de dos días!
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Qué pintaza. ¡Habrá que probarla!
Pues ya sabéis! decidle a María que la prepare para las pizzas de estas navidades!! 😉